La misteriosa psique
Un pequeño viaje para mostrarte la fascinante área de la Hipnosis Clínica y la psicología.

La psique sigue siendo un misterio para todos nosotros. Por medio de experiencias vividas a través de mis clientes, he logrado llegar a entender mucho más sobre las capacidades del cerebro para desarrollarse mejor en el mundo alrededor.

Aprendé a escucharte a vos mismo.
Quiero dedicar el primer artículo del Newsletter Cultura Salud a la introducción de la Psicología como rama del conocimiento y la práctica profesional, dado que consagro mi trabajo a esta ciencia.

Creo que puede ser muy útil para vos tener esta información, pues entendiendo lo que estudiamos y realizamos en esta disciplina, podrías tener los elementos necesarios para identificar si necesitás los servicios de un/a profesional en Psicología o si más bien necesitás los de otra profesión distinta, para resolver esas situaciones que quisieras cambiar o mejorar en tu vida.

En mi práctica clínica cotidiana suelo trabajar muy de cerca con profesionales en Psiquiatría, Endocrinología, Fisioterapia, Derecho, Educación, Ciencias Contables (una de las profesionales a quien más suelo referir es una asesora excelente que brinda educación financiera a mis pacientes para concretar sus objetivos económicos), así como con colegas de Psicología especializados/as en otras áreas distintas a las mías. Cada profesión y especialidad tiene sus propios métodos y teorías.

Vamos a decir que en general, la Psicología es la ciencia que estudia la Psique o la Psiquis. Encontramos actualmente varios desafíos para definir este concepto, pero en la práctica no es tan difícil de discernir cuáles son nuestras funciones.

El término Psique proviene mitológicamente de la Antigua Grecia. Psyque era la hija menor y más hermosa de un rey en Anatolia, quien tras una serie de aventuras heroicas atraviesa la muerte por amor y termina siendo inmortalizada, como la esposa de Cupido y la nuera de Venus.

Considerando este origen, podemos traducir Psique como “alma” o “mariposa”. Esta última acepción explica que el símbolo de la Psicología sea similar a una mariposa y es precioso pensar en su analogía cuando reconocemos todas las metamorfosis que nuestra Psique experimenta a través de la vida.

Debemos tomar en cuenta que en ese espacio geográfico e histórico (Grecia, 3.000 a.C; es decir, hace 5.000 años), el desarrollo de la ciencia, la filosofía y hasta la Matemática, consideraban como fundamento de la realidad un mundo espiritual que explicaba, trascendía y se interrelacionaba con la vida terrenal.

En nuestros tiempos, no todas las personas creen que tengamos una existencia consciente antes y/o después de la muerte, por lo cual la comprensión de Pisque como alma puede ser confusa o hasta chocante para algunas personas.

Yo misma he sido atea en algún momento de mi vida, por lo cual me resulta fácil trabajarcon mis pacientes agnósticos o ateos/as sin ningún problema, al adherirme a su sistema de creencias para potenciar el tratamiento terapéutico. En lugar de creencias espirituales, perfectamente podemos hablar de Física Cuántica o de los principios y significados personales que rigen su vida.

El tema de la muerte no es tarea fácil de asimilar, pero creo que es sencillo y sumamente esclarecedor comprender que cuando una persona muere y contemplamos el cuerpo inerte, precisamente es la Psique lo que ya no está presente, independientemente de si creemos o no en una vida después de la muerte.

La Psicología

La Psicología es una ciencia relativamente joven. Formalmente, su nacimiento se ubica a finales del siglo XIX, después de que ya se habían creado la Psiquiatría y la Neurología como ramas especializadas de la Medicina y, la Sociología y la Antropología en las Ciencias Sociales.

Dependiendo de la Escuela Psicológica, podemos incluir en el estudio de la Psique conceptualizaciones como la conducta, el comportamiento, la memoria, la inteligencia, el desarrollo humano, el aprendizaje, la conciencia, las emociones, los pensamientos, la percepción, la personalidad, la identidad, los hábitos, los esquemas mentales, el sistema de creencias, la comunicación, las relaciones interpersonales, las conexiones biológicas del sistema nervioso, el sistema endocrino y el resto del cuerpo, y muchos otros aspectos fundamentales del ser humano. Algunos de estos conceptos son observables, pero la mayoría son abstractos: han nacido del consenso de nuestra experiencia como seres humanos.

También se incluye en la Psicología el estudio de uno de mis términos favoritos: el Inconsciente (o subconsciente). Éste es un aspecto de nuestro ser que cada vez vamos conociendo más y que desde la Hipnosis Clínica resulta del todo fascinante (hablaré bastante del Inconsciente en los siguientes artículos).

Otro aspecto importante de mencionar es que las universidades pueden formar a sus estudiantes en Psicología desde las Ciencias Sociales o las Ciencias de la Salud. Aunque parece que podría ser lo mismo, definitivamente no lo es y he observado que las diferencias son bastantes evidentes cuando he llevado cursos de formación con colegas de universidades distintas a la mía, la cual concibe la Psicología como ciencia social.

La principal diferencia que he notado es que cuando estudiamos la Psicología como una ciencia social, hacemos un énfasis en el análisis del contexto en el cual se encuentra la persona desde la antropología, la sociología, las ciencias políticas, económicas, la historia y las leyes. Esto último tiene la ventaja de que podemos notar con mucha mayor facilidad las relaciones de poder que están siempre inmersas en las realidades familiares y sociales, ni qué decir en las relaciones de género (entre los hombres y mujeres en toda sudiversidad).

Según he podido observar, cuando se estudia la Psicología como ciencia de la salud, se realiza un abordaje más medicalizado e individual. Entonces dependiendo de tu interés y perspectiva de la vida, podrías elegir una u otra tendencia.

¿En qué podría ayudarte la Psicología?

Se suele decir popularmente que cuando a alguien le ocurre algo “psicológico”, significa que es irreal o constituye un invento caprichoso o irracional de esta, persona. Por ejemplo, un temor, una creencia o una limitación personal que no tiene explicación y no debería suceder.

Esto podemos comprenderlo, si recordamos que, como apunté anteriormente, mucho de lo que estudia la Psicología es esencialmente abstracto y proviene de nuestra experiencia interna. Aunque, por supuesto, sabemos que lo psicológico se suele identificar con aspectos muy concretos de la vida humana, como ocurre con las dificultades de desarrollo o aprendizaje, los problemas sexuales, el sentimiento de insatisfacción, la ira, la violencia, el cortarse, la anorexia, la depresión, las crisis la ansiedad, las fobias y los intentos de suicidio, entre otros muchos malestares que suelen referirse a nuestros servicios.

La Psicología puede aplicase al estudio y la solución de fenómenos masivos, mundiales, nacionales, sociales, comunitarios, de salud, educativos, así como a las organizaciones, tal como ocurre cuando se trabaja en ámbitos laborales, desde las oficinas de Talento o Recursos Humanos.

También se pueden incorporar profesionales en Psicología en proyectos de desarrollo sostenible, derechos humanos, de tipo económicos o comerciales. Esto último, porque se utilizan principios de la Psicología en la Publicidad y el Mercadeo, especialmente resulta interesante lo que se refiere a la percepción que tenemos la personas ante diferentes estímulos o situaciones, y que nos lleva a tomar decisiones de consumo.

Me voy a dirigir ahora a la aplicación terapéutica de la Psicología.

Aunque todavía tenemos importantes retos, en los últimos años se ha ido venciendo el tabú de asistir a terapia psicológica. Antes se tenía la idea de que “solo los locos” iban al psicólogo. Esta idea ha ido cambiando afortunadamente, pues los beneficios de las buenas terapias han logrado transformaciones notables e incluso radicales en la vida de muchas personas.

Después de 2020 y 2021, años de crisis global ante la pandemia por el Covid- 19, se logró una toma de conciencia masiva con respecto a la importancia de la salud mental para el equilibrio personal y social.

A pesar de esto, muchas personas todavía banalizan la terapia psicológica al considerarla un asunto de moda o que es simplemente innecesaria. Al contrario, mi experiencia me ha permitido presenciar la transformación sorprendente que las personas van experimentando cuando se van conociendo a sí mismas, revisan su propia historia y toman decisiones para alcanzar metas realizables para su bienestar y el de sus seres queridos.

Te recomiendo la terapia psicológica si estás experimentado crisis de ansiedad o pánico, depresión, fobias, dificultades para relacionarte con tus parejas, familia o equipo de trabajo; si estás sintiendo insatisfacción en tu vida, estrés, inseguridad, insomnio, pánico escénico, “baja autoestima”, dificultades en la sexualidad; o simplemente querés utilizar mejor tus potenciales para llegar a metas más ambiciosas.

También, si estás sufriendo padecimientos psicosomáticos como la gastritis o la colitis nerviosa, las alergias u otros problemas que has notado que se acentúan con tu estado de ánimo.

Si sabés que has sufrido un trauma emocional que ha causado consecuencias negativas en tu vida y afectan tu presente en la relación con vos mismo/a/e o con otras personas, la terapia psicológica es fundamental para superarlo. Te puedo prometer que después de sanar nuestra heridas, gracias al poder de la resiliencia, vas a desarrollar ciertos “súperpoderes”, como les suelo decir a mis pacientes, pues tu visión del mundo va a ser más sabia y verás información que tal vez la mayoría de la gente no ve a simple vista (sobre la resiliencia y las capacidades que adquirimos al sanar emocional y mentalmente, hablaré en un artículo más adelante).

¿En qué se diferencia el trabajo terapéutico que realizamos en la Psicología del tratamiento que se ofrece la Psiquiatría?

En el contexto costarricense y en muchos países latinoamericanos, los/as profesionales en Psiquiatría suelen tener como principal herramienta de intervención la medicación, mientras los/as terapeutas psicológicos no recetamos ningún fármaco. Nos dedicamos a abordar las problemáticas de nuestros pacientes a través del diálogo terapéutico y otras técnicas comunicativas, como en mi caso lo es la Hipnosis Clínica.

En algunos casos es recomendable utilizar temporalmente fármacos para estabilizar las emociones y los pensamientos, y en algunas ocasiones, si se ha diagnosticado una enfermedad mental que se vivirá toda la vida, como el Trastorno Bipolar, la Esquizofrenia u otros tipos de Psicosis, se recomienda utilizarlos permanentemente, pues la medicación agrega al organismo una sustancia que el cuerpo no está produciendo naturalmente y que se requiere para el funcionamiento adecuado de la Psique. Como he planteado anteriormente, solamente los/as psiquiatras y los/as médicos pueden prescribir medicamentos.

Por nuestro lado, en la terapia psicológica, la mayoría de usuarios/as no utilizan ningún tipo de medicación. Nos dedicamos a que la persona desarrolle una alto nivel de autoconocimiento y una manera más sana de tratare a sí mismo/a y a los/as demás.

Personalmente, doy seguimiento a los resultados y efectos de la medicación farmacéutica en mis pacientes cuando la están tomando y muchas veces realizo coordinaciones directamente con profesionales en Psiquiatría para colaborar en los ajustes que son necesarios efectuar, con vías a que la persona pueda independizarse de los fármacos lo antes posible, si esto le es posible.

¿En qué se diferencia la terapia psicológica de las terapias alternativas u holísticas?

Actualmente, han surgido muchas terapias interesantes para mejorar la salud basadas en propuestas energéticas o espirituales, muchas veces basadas en modelos orientales ancestrales de salud tan sorprendentes como la acupuntura, o en otros modelos para concebir al ser humano desde diferentes perspectivas, como la Decodificación Biológica, el Magnetismo, las Constelaciones Familiares, los Registros Akáshicos, la Biodanza, laMetafísica, entre muchísimos otros ejemplos.

La Psicología, en contraste, intenta ser objetiva y basarse en las ciencias; se estudia en la Academia y se ha desarrollado a través de métodos de investigación cuantitativos y cualitativos, por eso puede pecar de ser positivista o limitada para muchas personas que gustan de perspectivas más intuitivas. Sabemos que hay inconmensurables misterios en nuestra humanidad y que todavía no sabemos suficiente sobre cómo funcionamos las personas; ante este panorama de incertidumbre e incóngnitas, la Psicología opta por la metódica sistematización de las evidencias para llegar a conclusiones.

A favor de la Psicología, podemos decir que al tratarse de un ejercicio profesional yacadémico, se cuenta con un Colegio Profesional que respalda y regula el ejercicio de nuestras funciones. Esto quiere decir que hay líneas éticas establecidas y controladas para nuestro trabajo. Si nos equivocamos y cometemos una mal praxis, se nos puede denunciar. Esto no ocurre con las terapias holísticas, aunque tengo entendido que en los distintos países se están realizando intentos importantes de formalizar y legalizar estas prácticas para beneficio de sus representantes y sus usuarios/as.

Si bien es cierto, en la Psicología y en la Medicina se podrían encontrar colegas poco éticos e inescrupulosos, se tiene la ventaja de que se puede denunciar a la persona ante el Colegio Profesional correspondiente con mecanismos legales claros para la protección de los derechos, mientras que en los otros casos esto no es posible todavía.

Mis pacientes me han contado experiencias fascinantes vividas en tratamientos holísticos, cuyos aprendizajes son posibles de integrar a la terapia psicológica. También, me han comentado lamentablemente sobre experiencias no tan gratas e incluso abusivas por parte de médicos, colegas de Psicología y terapeutas holísticos. Por eso, es muy importante que sepás elegir muy bien a las personas en las cuales vas a confiar tu vida, tus secretos íntimos y tu salud.

Date el tiempo de elegir a profesionales calificados/as, responsables, con ética clara y con quienes te sintás naturalmente en comodidad (sobre cómo elegir a tu terapeuta escribiré más adelante algunas recomendaciones clave para facilitarte la tarea).

Para cerrar, quisiera decirte que se necesita mucha valentía para hacer cambios en la forma de vivir y en las relaciones con las otras personas. En lo que respecta a la terapia psicológica, se requiere por supuesto de una inversión considerable de energía, compromiso y economía personal; pero estos costes temporales resultan una mejor decisión que una vida entera de conformismo, frustración, enfermedad e infelicidad.

Date la oportunidad de buscar soluciones a tus sufrimientos emocionales, mentales y físicos. Podés hacerlo y te podrías sorprender de todas las capacidades que tenés y todavía no has descubierto.

En los siguientes artículos, ahondaré en distintos temas interesantes, como la relación que tenemos con nuestro cuerpo, la sabiduría de las emociones, la manera en que funcionan nuestros pensamientos y otras cuestiones fascinantes.